Sin embargo, en 1848, los vinos canarios entraron en decadencia. A mediados de los años cincuenta del siglo XX, el cultivo de la platanera en las zonas costeras provocó el abandono de muchas viñas.
Las vides se cultivaban en parrales bajos y en forma de vaso bajo, en suelos fértiles sin capa de arena, con abalancamientos en pendientes pronunciadas mediante taludes o paredes de piedra seca. Hoy en día, La Palma cuenta con una Denominación de Origen consolidada y exporta gran parte de su producción