En 1949, las obras se suspendieron debido a la sequía que afectó la región en 1947 y 1948, impidiendo el acceso al agua necesaria para los trabajos. Para 1951, se habían completado tareas como la explanación, construcción de muros de contención y paredes hasta la altura del coro, con una inversión de 51.379,80 pesetas financiada por un donativo de la Obra Social del Movimiento de la Provincia.
En 1953, el cura Esteban Santos González informó que, con suficiente agua disponible, se reanudaron las obras, pero se necesitaba una subvención de 200.000 pesetas para finalizarlas. El 3 de abril de 1960, el nuevo templo parroquial de Puntagorda fue bendecido por el obispo Domingo Pérez Cáceres, con el párroco Amado Rodríguez Concepción, mientras las campanas repicaban solemnemente en el núcleo del Pino de la Virgen.